Iniciamosss
- Detalles
- Publicado: Lunes, 17 Febrero 2025 23:00
Con energía recargada y listos para la acción.
Algunos con el interés de conocer el “espinazo” y la “fosa” tan famosos en redes, lugares por donde cruzan la mayoría de “Vallartazos”, así que emprendimos viaje hacia la zona para disfrutar del off road.
Aunque en temporada de secas, bien valía adentrarse en la sierra para enfrentar una sección técnica, así que el grupo con varios cuatris principalmente, se encaminó a la aventura. El contingente arrancó en la sede de Jarritos Santa Julia y avanzó hasta Cuyutlán (Jalisco), donde iniciaría el desafío.
Primer paso de piedras con ascenso hasta la parada en la sombra para refrescarse, comenzaba la terapia… llegando ahora sí al Espinazo, que se ve impresionante, y donde la opción, no era opción, se iba decididos a enfrentar la inclinada subida. Los cuatris entraron por “el tobogán”, moto por la zanja izquierda y carritos cerro pelón por la derecha, como va.
Todo bien con los cuatro ruedas hasta medias, pero entre los bordos que hacían se “wheeliaran” los caballos, se decidió hacer labor de equipo para atarlas y evitar un mal rato, mientras tanto salvo el polvo que hacía poca tracción en moto sin complicación. Al final los carritos con el 4x4 activados, sin problemas para escalar las rocas.
A acelerar un poco en el camino “empedrado”, (pareciera que fuera una sola piedra gigante) y entre los árboles, aunque con calorsito, trepando entre el camino zanjeado y tras una parada rápida para reagrupar, ahora sí llegar a la famosa Fosa.
Y a pesar de estar seca, no sería sencillo. Moto, de lomo al suelo en el primer intento… primera cuatri, se quedó mirando al cielo, así que a apoyar para cruzar sin problemas. Algunos con asistencia y otros sin problema subieron. Los carritos, cero batallar, salvo uno con problemas de aceleración que tuvo que ser remolcado un tramo.
Cuando creíamos que todo había acabado, no. Un deslave fue el motivo para “construir un puente”, así que muchas manos y troncos se necesitaron para poder realizar un cruce que nos llevaría al final de la travesía, llegando a comer tarde y emprender el regreso a casa.